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miércoles, 19 de marzo de 2008

Deja vu

Hace años atrás había una niñita chiquitita que ansiosa esperaba día a día la llegada de papá… a pesar de su corta edad, su corazoncito ya le avisaba cuando se acercaba la hora en que él llegaría… la rutina diaria ya llegaba a su final, el atardecer ya estaba presente en el cielo y ella esperaba…
A pesar de estar entretenida en lo que fuera, escuchaba perfectamente el sonido característico del llavero de papá al salir del bolcillo de su pantalón,… el corazón de la pequeñita se detenía por un escaso segundo… luego el ruido de la llave entrando a la cerradura de la puerta de calle, y el corazón comenzaba a latir con mas fuerza que nunca… entonces, el crujir de la puerta le indicaba el momento preciso en que ese abrazo tan anhelado se acercaba a pasos agigantados… y luego todo era silencio en la casa, sólo se escuchaba una carrerita apresurada y un gran grito… ¡PAPAAAAAAA!... y el corazón se salía por la boca, corriendo por ese tremendo pasillo que la separaba de papá… hasta que finalmente de un solo brinco se colgaba de su cuello y ascendía a las nubes en sus brazos… luego un beso en la mejilla blandita pero pinchosa ya por la barba del día, … y un te extrañé papá… te quiero papá… como te fue en la oficina?... y ese abrazo… ese olor a papá… ese olor a oficina,… esa alegría que calmaba una vez más ese corazoncito agitado,… ante la seguridad, la confianza y el bienestar que siempre le brindaban sus brazos… ahora sí podría ir a dormir tranquila, ahora sí estaba todo completo en casa… ahora sí porque llegó el papá…
Como resuena en el alma ese “Venga mi chiquitiiiiitaaaaa” que nos decía y cómo quema todavía ese abrazo en la piel, cómo explicar ese olor, esos sonidos,… esa voz… esa sensación de regalonería máxima al estar en sus brazos, esas sensaciones que no se pueden explicar y que definitivamente no se olvidan.
Bueno, cada día soy testigo de una escena preciosa… mi hija espera día a día a su padre que llegue del trabajo y corre a sus brazos cada vez que la puerta se abre a eso de las siete. Su carita se ilumina y grita “PAPAAAAAA” cuando corre por el enorme pasillo que llega hasta la calle.
Y entonces es imposible no recordar… no sentir… no extrañar… pensar que hace unos años (no pocos), era yo esa pequeñita que corría a los brazos de su papá, y ahora… ahora soy la orgullosa mamá de la pequeñita que corre por el pasillo a los brazos de su gran amor…
Son las vueltas de la vida… que hacen agradecer a DIOS y a mis padres por tener esos hermosos recuerdos en mi corazón y gracias por permitir que quizás en un futuro mi hija sienta al igual que yo, llenito su corazón.

jueves, 13 de marzo de 2008

Otra oportunidad...

Hace un par de días atrás tuve una conversación que me dejó con una sensación extraña… no se, a veces me pasa que siento que no alcanzo a decir bien todo lo que quiero transmitir, sobretodo cuando se trata de experiencias de vida o sentimientos… no se, ya sea porque no es el momento adecuado, el lugar correcto o simplemente por las interrupciones que no dejan conservar el hilo de la conversación.
Bueno, en esa oportunidad el tema era “las segundas oportunidades” de la vida… No recuerdo muy bien como llegamos a hablar de esto, pero en un momento me sorprendí haciendo un repaso por una etapa muy gris en mi vida y que sin duda me costó mucho superar…
Mi interlocutora me hizo recordar esos años en que después de haber estado muy enamorada y de haber entregado mi vida entera por una persona, esta se convirtió en un desconocido, capaz de herirme como nadie en el mundo… esa persona y sus actos fueron capaces de convertirme en una mujer llena de miedos, llena de mascaras, de prejuicios, de desconfianza y de soledad… Me decepcioné de la vida, de los hombres y sobretodo del amor… Pensé como es posible que nosotros los seres humanos, simples seres humanos, nos creamos tan divinos como para ser amados o amar a una persona por toda la vida…?
Bueno, la respuesta me la fue dando la vida misma…
Cuando llegó el minuto de la pregunta… Cómo supiste que te estabas enamorando de nuevo?... En realidad, no se, nunca lo supe, creo que nunca me lo pregunté… Ocurrió solamente, en un momento que me sentí quizás con esa misma inquietud que me expresaba mi amiga, eso de sentir que alguien estaba metiéndose de nuevo en tu vida, empiezas a extrañar, a necesitar… pero por otro lado luchas por no sentirlo, por no dejar que alguien atraviese el muro que te protege desde hace tanto, por no volverte vulnerable una vez más…
Aprendiste a defender tu corazón dañado, aprendiste a cuidarte y a que nadie lo hará por ti… y así has salido adelante y así has vivido estos años… ¿porqué necesitarías a alguien para seguir ahora?... ¿porqué dejar que tu vida de un nuevo vuelco y correr el riesgo a sufrir una vez más? ¿porqué?... ¿por quién?..............
Por ti, porque te lo mereces, porque mereces volver a creer en el amor, porque mereces arriesgar una vez más todo en busca de la felicidad que te ha sido tan esquiva. Sé que estos años no han sido fáciles y que te han sido mandadas muchas pruebas de fortaleza que te han hecho crecer y replantear muchas cosas… entonces, porque no replantear esto también?, porque no dejar de tener miedo y jugársela… no por él, sino por ti… porque es necesario y lo sabes… quieres sentirte amada, protegida, acompañada, etc… quieres sentir una vez más que floreces al amor…
Claro está que los años y las experiencias no pasan en vano… y que has aprendido mucho de los dolores de la vida, entonces, porqué no darte la oportunidad de disfrutar de lo hermoso que la vida te está ofreciendo ahora?... El amor no es para toda la vida (excepto el que se siente por los hijos o los padres), eso está claro, entonces si ahora lo tienes a tu lado, no te prives de él… disfrútalo, vívelo…
Sé que existe el miedo a equivocarse una vez mas… pero ¿Y si no?... y si esta es la oportunidad que tienes de ser feliz?... y si la dejas pasar por miedo y la pierdes?... … … … …
Atrévete a ser feliz, atrévete a tomar lo que se te está dando… y si una vez más no era lo que esperabas, bueno, entonces a levantarse de nuevo y seguir luchando, al fin y al cabo que es la vida sino un constante desafío por ser feliz?... día a día, en cada decisión estas expuesta al error, pero….
Carolina…. No busques en ninguna farmacia “pastillas para no soñar”, por que no las venden e inevitablemente el corazón late y la piel se eriza…

jueves, 6 de marzo de 2008

86.400

Supongamos que por alguna extraña razón fuéramos acreedores de un gran premio, un regalo que alguien decidió darnos… Supongamos que en este preciso instante llega alguien y nos entrega en nuestras propias manos 86.400 millones de pesos para gastar HOY!
Uf!... que no haríamos cierto?... se nos vienen un montón de cosas a la mente, seguramente pensaríamos en invertir, en ahorrar, en viajar, la educación de nuestros hijos, etc.
El problema es que este regalo tiene una sola condición… dura sólo un día, lo que no gastes hoy se desvanecerá, no podrás guardarlo para mañana, pero OJO, el día de mañana se te serán entregados otros 86.400 millones de pesos nuevos y tienes la increíble misión de gastarlos, sólo en un día…
Que loco sería todo esto, verdad?... Bueno, en realidad yo no he inventado este pequeño cuento, sino lo leí el otro día en “20 pasos hacia delante” de Jorge Bucay. El cuento sigue de la siguiente forma…
Cada día, cada uno de nosotros recibe ese regalo… somos acreedores día a día de 86.400 segundos para gastar...... segundos total y absolutamente valiosos para hacer con ellos lo que queramos…….
Nos hemos detenido en algún momento a pensar en eso?... Yo, por lo menos, la verdad es que nunca me lo había planteado de esa forma, y fue heavy para mi… darme cuenta que cada día que vivo es un regalo que se me otorga por alguna extraña razón… debe ser por la misma que me encuentro en este mundo sin haberlo siquiera pedido…
Entonces ahora… que voy a hacer cada día con este hermoso regalo?... de qué manera voy a gastar “mis” segundos… O es que acaso no me doy cuenta de que el día menos pensado este regalo puede dejar de serme entregado??... de qué forma voy a agradecer día a día por recibir este regalo y cómo le explicaré a mi hija lo afortunadas que somos cada día por estar juntas??...
Quería compartir acá con quienes se den el tiempo de leerme, esta pequeña reflexión que nos puede ayudar a replantear muchas cosas y valorar otras tantas.