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viernes, 5 de diciembre de 2008

Dos Hijas, dos amores...

Desde hace ya unas semanas, la puedo sentir… late dentro de mí y se estira y mueve, así como diciendo… “Mamá acá estoy…” por fin después de unos cuantos meses de espera tengo la certeza física de que está en mi vientre y me acompaña todo el tiempo, nos hemos empezado a comunicar… la siento… Sigo anhelando el momento de las ecografías, pero ya la ansiedad y la incertidumbre ha disminuido… aunque en realidad sé que no desaparece hasta tenerla en los brazos…
El otro día pensaba en lo difícil que se hace el hacerse la idea de que otra personita llega a tu vida… para mí como mamá mi hija lo es todo, y los que hayan leído cualquiera de mis comentarios saben que esto es así… Ahora el problema es… como querer tanto a una nueva hija sin dejar de amar a la otra??... Estoy segura que el amor se multiplica, no se divide, pero ellas lo sentirán así?? Cuando tenga que inevitablemente quitarle un poco de tiempo a una para atender a la otra…
Eso me preocupa un poco cuando lo pienso… sé que adoro a mis dos hijas desde ya, pero me da mucho miedo no poder equilibrar los amores, no estar ahí en el momento oportuno para una o para la otra… no sé.
Bueno, pero me imagino que el tiempo dirá cuál es la mejor forma… estar viviendo el momento me dará las pistas que necesito para poder, quizás de manera intuitiva, reaccionar de la mejor manera posible.
Por ahora sólo espero poder cumplir como madre de estas dos pequeñitas que me ha mandado Dios y poder amarlas a las dos y darles lo mejor de mí todo el tiempo que me quede…

2 comentarios:

Polo dijo...

Soy padre y también fui hijo. También he observado mucho y me he dado cuenta que el amor de madre alcanza para todos sus hijos, que a todas se les ama por igual.
No te angusties, tú podrás.

adelante pensamientos.. dijo...

hermanis, es tan fácil y tan dificil a la vez, no van a faltar los cuestionamientos y los alegatos de estas personitas chicas que llegan a la vida, pero el amor de madre es infinito, como decía por ahí "amor de madre, abismo sin medida". Las pequeñitas te requeriran más aun y muchas veces parece no alcanzar para ambas, pero alzanza, alzanza amor, fuerzas, animo, paciencia, cariño, seberidad, educación, porque somos mamás y para eso estamos hechas.
De seguro tu pequeñita Maite y su Gran Sofía sabran que tienen a la mejor mamá del mundo.
O sino preguntales a tus sobrinos cual es la mejor mamá del mundo.
Te quiero hermana.