Después de más de un mes de alejarme de las pistas informáticas en lo absoluto… he vuelto… renovada, recargada… de verdad me sirvió mucho desconectarme totalmente de la rutina diaria de todo el año laboral, para dedicarme 100% a disfrutar de un tiempo con mi familia, conocer y sorprenderme cada día con las maravillas que mi hija me enseña, p asear, descansar, dormir, jugar sudoku, etc…
Bueno, este año tuvimos la posibilidad de viajar fuera del país, fuimos a Argentina, a Bariloche. Además tuvimos la posibilidad de invitar a mi suegra, de lo cual (aunque parezca extraño para muchos) no me arrepiento en lo absoluto. Y coordinamos nuestro viaje con un matrimonio amigo cuya hija es compañerita de la nuestra en el Jardín.
La verdad es que conocimos lugares hermosos, respiramos un aire exquisito y vimos muchos paisajes maravillosos, pero humildemente hablando conozco gran parte del Sur de Chile y honestamente creo que no tenemos nada que envidiar a los argentinos… nuestro país es incluso más hermoso que el lugar que conocimos este año… pero existe una gran diferencia que no deja de dar un poco de pena…
Primero que nada el lugar está hecho para el turista, es un lugar especialmente habilitado en todo sentido para que vaya gente de otros lugares y lo conozca… pero por sobretodo es un lugar en donde las personas respetan el medio ambiente, está prohibido fumar en prácticamente todas partes, en los lugares permitidos, el fumador debe luego de apagar su cigarrillo, recoger y guardar su colilla, hasta que encuentre un basurero donde botarla.
Todo está limpio, no hay basura en las calles, ni en las playas, ni en ninguna parte, de hecho, una vez que el bus entra a la ciudad, su baño es sellado hasta que salga de ella a los días después. Bueno, por lo mismo allá no es necesario entrar a algún lugar a consumir para tener derecho a ocupar el baño… en todas partes te atienden amablemente y te hacen sentir como rey o reina, la gente se muestra siempre de buen humos, en todas partes te reciben con degustaciones de lo que sea, puedes probar, conocer, comprar, comprar, comprar…
Los argentinos saben vender sus bellezas, las cuidan, le sacan partido a lo que tienen… sin embargo tengo recuerdos de haber ido en algún momento a Chiloé y haber visto playas sucias, lugares muy recomendados en las guías turísticas, pero que sin embargo al llegar allá dejaban mucho que desear, en fin… teniendo un territorio tan lindo no entiendo como no aprovecharlo y tener que salir de él para sentir que eres bien atendido, esperado y recibido con los brazos abiertos.
Pero bueno, en fin… como cambiar la mentalidad? como producir el cambio?...
Ahora, a dar vuelta la página de las vacaciones, los recuerdos, los paisajes, el viento fresco en la cara y volver a la realidad, a la rutina laboral, al horario, las obligaciones, etc… Dando gracias a Dios por habernos podido dar esta pequeña ventanita de respiro para poder seguir remando.
Bueno, este año tuvimos la posibilidad de viajar fuera del país, fuimos a Argentina, a Bariloche. Además tuvimos la posibilidad de invitar a mi suegra, de lo cual (aunque parezca extraño para muchos) no me arrepiento en lo absoluto. Y coordinamos nuestro viaje con un matrimonio amigo cuya hija es compañerita de la nuestra en el Jardín.
La verdad es que conocimos lugares hermosos, respiramos un aire exquisito y vimos muchos paisajes maravillosos, pero humildemente hablando conozco gran parte del Sur de Chile y honestamente creo que no tenemos nada que envidiar a los argentinos… nuestro país es incluso más hermoso que el lugar que conocimos este año… pero existe una gran diferencia que no deja de dar un poco de pena…
Primero que nada el lugar está hecho para el turista, es un lugar especialmente habilitado en todo sentido para que vaya gente de otros lugares y lo conozca… pero por sobretodo es un lugar en donde las personas respetan el medio ambiente, está prohibido fumar en prácticamente todas partes, en los lugares permitidos, el fumador debe luego de apagar su cigarrillo, recoger y guardar su colilla, hasta que encuentre un basurero donde botarla.
Todo está limpio, no hay basura en las calles, ni en las playas, ni en ninguna parte, de hecho, una vez que el bus entra a la ciudad, su baño es sellado hasta que salga de ella a los días después. Bueno, por lo mismo allá no es necesario entrar a algún lugar a consumir para tener derecho a ocupar el baño… en todas partes te atienden amablemente y te hacen sentir como rey o reina, la gente se muestra siempre de buen humos, en todas partes te reciben con degustaciones de lo que sea, puedes probar, conocer, comprar, comprar, comprar…
Los argentinos saben vender sus bellezas, las cuidan, le sacan partido a lo que tienen… sin embargo tengo recuerdos de haber ido en algún momento a Chiloé y haber visto playas sucias, lugares muy recomendados en las guías turísticas, pero que sin embargo al llegar allá dejaban mucho que desear, en fin… teniendo un territorio tan lindo no entiendo como no aprovecharlo y tener que salir de él para sentir que eres bien atendido, esperado y recibido con los brazos abiertos.
Pero bueno, en fin… como cambiar la mentalidad? como producir el cambio?...
Ahora, a dar vuelta la página de las vacaciones, los recuerdos, los paisajes, el viento fresco en la cara y volver a la realidad, a la rutina laboral, al horario, las obligaciones, etc… Dando gracias a Dios por habernos podido dar esta pequeña ventanita de respiro para poder seguir remando.